Empezamos el reportaje de comunión en la casa de los niños, donde acuden todos los familiares más queridos y donde vemos a los padres arreglarles y prepararles para ese momento tan especial que es la comunión. No podemos dejar de lado los pequeños detalles que con tanto cariño han preparados los padres, su biblia, su rosario, su álbum de fotos, su vestido de comunión, tocados…
Después acudimos a la Iglesia, se suelen hacer fotos de los invitados que van a asistir a la comunión, fotografías interiores de la ceremonia en la iglesia. Una vez acabada la celebración religiosa continuamos con nuestro reportaje de comunión, desde la salida de la iglesia, donde el niño es felicitado y se vuelve a reunir con su familia e invitados.
Más tarde, es el momento de hacer algunas fotografías de comunión especiales del niño o la niña, estas pueden ser en un espacio físico cercano o donde se realiza la fiesta.
Intentamos siempre estar en las casas, para que los niños se sientan cómodos con nuestra presencia y poder retratarlos e inmortalizar esos momentos con la máxima calidad, pero pasando un rato agradable y divertido. Son los comuniantes los protagonistas, e inmortalizar este evento para siempre es nuestro trabajo como fotógrafos de comunión.
En la celebración no hay que descuidar ninguno de esos momentos y detalles que han preparado los padres para los comunicantes y familia, entre ellos la mesas de chuches, tarta, letras decorativas , su decoración y photocall.